Tras la primera detección anunciada el pasado mes de Febrero, ondas gravitacionales detectadas tras una segunda colisión de agujeros negros.
Estas ondas gravitacionales detectadas tras una segunda colisión de agujeros negros, fueron localizadas a través del Observatorio de ondas gravitacionales por interferometría láser (LIGO) ubicado en Livingston, Louisiana (USA). Las ondas gravitacionales llevan la información sobre su origen y sobre la naturaleza de la gravedad que no se pueden obtener de otra forma, y los físicos han llegado a la conclusión de que estas ondas gravitacionales se produjeron durante los momentos finales de la fusión de dos agujeros negros - cuyos tamaños eran 14 y 8 veces mayor que la masa del Sol - para producir un único agujero negro giratorio enorme cuyo tamaño es 21 veces la masa del sol.
Según las palabras de Gabriela González, científica de (LIGO) portavoz y profesora de física y astronomía en la Universidad del Estado de Louisiana:
“Es muy significativo que estos agujeros negros fueran mucho más reducidos que los observados en la primera detección. Debido a sus masas más ligeras en comparación con la primera detección, pasaron más tiempo alrededor de un segundo en la banda sensible de los detectores. Es un comienzo prometedor para el mapeo de las poblaciones de los agujeros negros en el universo.”
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La primera detección de ondas gravitacionales fue anunciada el 11 de Febrero de este 2016, y significó todo un hito en la física y la astronomía; confirmó una importante predicción de la teoría general de la relatividad de Einstein de 1915, y significó el comienzo del nuevo campo de la astronomía de ondas gravitacionales. En cuanto al segundo descubrimiento según Albert Lazzarini, director adjunto del Laboratorio LIGO comentó lo siguiente:
“Con las detecciones de dos eventos fuertes en los cuatro primeros meses de nuestra primera carrera de observación, podemos empezar a hacer predicciones acerca de la frecuencia con la que podríamos estar escuchando las ondas gravitacionales en el futuro. LIGO nos trae una nueva alternativa para observar algunos de los acontecimientos más energéticos y más oscuros de nuestro universo”.
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Ambos descubrimientos se realizaron gracias a las capacidades mejoradas de LIGO, una importante evolución que aumenta la sensibilidad de los instrumentos en comparación con la primera generación de detectores LIGO, lo que permite un gran aumento en el volumen de la investigación del Universo .