Dana Scatton, una chica de 17 años de Pensilvania, en Estados Unidos, llevaba su embarazo con alegría junto a su novio Tyler de 21 años. En su séptimo mes de embarazo, los médicos le diagnosticaron un grave tumor cerebral, dándole sólo 3 meses de vida.
La joven Dana Scatton de 17 años y embarazada de 7 meses de su novio Tyler de 21, fue diagnosticada de una extraña y grave enfermedad que sólo se suele presentar en niños de 10 años, el glioma pontino intrínseco difuso. Se trata de un tumor en el cerebro y médula espinal que se suele desarrollar en menores de 10 años, por lo que es muy raro que se esté presente en una joven de 17.
La joven comenzó a sentirse indispuesta, tenía problemas al tragar, las piernas le flaqueaban, le costaba tenerse de pie, e incluso tenía ciertos problemas para hablar. Ella pensaba que podría tratarse de nervios o debilidad debido al avanzado estado de gestación en el que se encontraba, estrés por el embarazo o simplemente que el bebé se hubiera cambiado de posición.
Pero su salud no mejoraba, y aprovechó una de sus visitas rutinarias a su médico para comentarle las dolencias. Cuando le realizaron una resonancia magnética, los médicos no tuvieron duda alguna, un tumor crecía dentro de su cerebro.
Los especialistas le dieron sólo 3 meses de vida, en el caso de que no se someta a ningún tratamiento para alargar su esperanza de vida, como la radioterapia. Con tratamientos adecuados, Dana podría vivir 9 meses más, pero esto no es lo que le preocupa a la joven.
A pesar de que exponerse a radioterapia podría afectar negativamente al bebé, los especialistas ya le han advertido que sólo tenían que aplicárselo en la cabeza, por lo que el feto no se vería afectado. Aún así, tanto Dana como su familia no quieren arriesgar la vida del bebé, por lo que esperarán a la semana 34 de embarazo y forzar su nacimiento a través de cesárea.
Dana ahora sólo espera que su bebé nazca sano y que ella pueda ver su cara, a pesar de que ya casi no se vale por sí misma y empeora día a día: “Ya no puedo valerme por mí misma como hacía antes. No puedo ponerme los pantalones sin caerme. Aunque el pronóstico es devastador, sólo estoy esperando un milagro“. Su familia ha creado una campana en GoFundMe, para ayudar en la financiación de los gastos médicos.